
Tercer premio de la IX Olimpiada de Filosofía de Navarra.
En su trabajo Elena demostraba la idea de que el mito forma parte de nosotros como uno de los dos instrumentos, en este caso el emocional, del que nos servimos para comprender el mundo. Asimismo subrayaba el peligro de la manipulación que se puede llevar a cabo mediante este tipo de lenguaje.