El comienzo de este curso escolar ha servido para inaugurar el nuevo espacio dedicado a los más pequeños del colegio. Se trata de un proceso que ya comenzó hace unos años con la construcción del hiperaula para los alumnos de 1º de Infantil y que ahora se ha hecho extensible a todos los niveles de esta etapa y al aula de 2 años.
Dos han sido las claves que han vertebrado este proyecto. La primera ha sido la búsqueda de un espacio diáfano y abierto que permita la realización de todo tipo de actividades en diferentes lugares o rincones favoreciendo la movilidad del alumnado. La segunda ha sido priorizar la luz natural para que sea ella la protagonista y se pueda así aprovechar al máximo sus posibilidades, apoyándola en ciertos momentos con la luz artificial de una manera eficiente.
Se ha dado también mucha importancia al acondicionamiento acústico ya que los materiales elegidos para suelo y techo son absorbentes. De este modo se eliminan las turbulencias sonoras y, junto a lo que ya ofrece el espacio y la luz, se propicia un clima en las aulas muy agradable.
Todo el proceso complejo que comporta la realización de unas obras de semejante magnitud viene recompensado por el resultado final: ver cómo los más pequeños están ya disfrutando de un espacio que les permite desarrollar al máximo todas sus potencialidades.